domingo, 9 de febrero de 2014

INTEGRACIÓN EN LA SOCIEDAD DE LOS NIÑOS AUTISTAS



Se me viene a la memoria la época en que  me tuve que enfrentar con profesionales especializados en autismo porque  quería y exigía que mi hijo pudiera asistir a una institución educativa donde iban los neurotípicos, SIEMPRE SOLO ENCONTRABA OBSTÁCULOS. Cuando ya conseguí que pudiera ir a un centro educativo diferente al especializado en autismo, me hicieron firmar un documento donde era bajo mi cuenta y riesgo. Es decir toda la responsabilidad en caso de que el niño empeorara era mía, pues en ese entonces lo que yo pedía para la mayoría de profesionales era algo totalmente incongruente y descabellado.Claro yo era la madre obsesionada que no había aceptado que mi hijo era autista, ENTONCES LO QUE ME RECOMENDABAN ERA SER CONSIENTE QUE NO HABÍA NADA QUE HACER AL RESPECTO, obviamente no dentro del contesto literal, pero para un buen entendedor con pocas palabras basta. Mi intuición de madre y mi lógica me decía que era casi imposible que mi hijo fuera capaz de adquirir habilidades sociales si iba a estar siempre en un medio donde las habilidades sociales eran casi nulas. Fue un largo tedioso y a veces fascinante camino que fuimos recorriendo los dos para poder llegar a la integración social que hoy en parte a llegado a conseguir y por la que seguimos trabajando hombro a hombro con mi hijo Juan Pablo. Como en un principio solo le dieron dos horas de integración a la semana, en un colegio público, entonces decidí ver más alternativas, conseguí que lo aceptaran en una ludoteca publica donde compartía tres días en la semana durante una hora, con niños de su edad. Juan Pablo no tenia amigos para jugar los fines de semana había que solucionar este inconveniente, en el año 2000 descubro que existen ludotecas privadas y a unos precios muy económicos donde el niño podía entrar a jugar hasta tres horas los Sábados y Domingos, les comente como era Juan Pablo y me lo aceptaron con todo el amor del mundo, era el niño mimado de dos ludotecas en particular, que frecuentábamos los fines de semana. Aprendió a jugar con otros niños, a respetar los tiempos, a obedecer a personas que no sabían nada de autismo, a no atropellar a otros niños de su edad con su hiperactividad, lo más importante, era absolutamente feliz , salía con una sonrisa de oreja a oreja, y eso a mi me valía. Luego conseguí que fuera a otro colegio concertado con el estado, donde estuvo compartiendo por las tardes aula con los chicos de su edad hasta el grado de 5 primaria. Realmente allí aprendió muchas cosas elementales para poder vivir y compartir en sociedad, pero hubo una gran falla Juan Pablo, NECESITABA, apoyo de un profesional especializado en el aula y no lo permitieron, esa lucha la perdimos, entonces realmente mi hijo ya para comenzar la ESO, no estaba preparado académicamente, pues no le dejaron el apoyo. Nunca sabremos si hubiera podido o no continuar con los estudios pues no nos dieron la oportunidad. Bueno la vida es así a veces se gana y a veces se pierde. Juan Pablo continua su escolarización en colegios de educación especial, hoy en día va a un colegio en el cual ha aprendido mucho, en el poco tiempo que lleva. El anterior colegio no le aporto mucho a mi hijo, por eso recomiendo analizar muy bien  cada colegio que vayan estos chicos porque la razón es   la integración social que en último es lo que tanto nos preocupa a las familias.Por último recuerdo con nostalgia aquellos años en que integrar a nuestros hijos autistas era casi una utopía, tantas discusiones, tantas peleas para ver que hoy en día gracias a Dios, se ha entendido que la mejor forma de que los niños autistas avancen es buscando la integración social en la medida que sea posible. A las familias pero sobre todo a las madres que somos las que llevamos la mayoría de las veces esta gran responsabilidad, que no se desanimen que busquen siempre en todos los ámbitos de la vida la integración social de sus hijo. Nada es fácil, aqui es como cuando programamos unas vacaciones para ir  a la playa, y cuando desembarcamos no hay playa hemos llegado a un lugar maravilloso donde nos tocara aprender a esquiar sobre la nieve, es un sitio fantástico, pero nosotros queríamos estar bronceados y nos toco abrigarnos y aprender a esquiar. No todo el mundo conoce la nieve, y hay personas en este mundo que darían cualquier cosa por disfrutar la nieve. Disfrutemos de nuestros maravillosos hijos, a veces te dan más alegrías que los hijos neurotÍpicos,  el amor que día tras día recibimos de ellos no tiene precio. ANIMO MADRES Y PADRES. SI TIENES ALGUNA OPINIÓN QUE NOS PUEDA AYUDAR ADELANTE DÉJALA EN NUESTRO BLOG  
Buscábamos playa pero el mar estaba congelado!!........................................................

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